A pesar de saber que todos somos prestados en este mundo, y que tarde o temprano a todos nos llegara su momento y seremos llamados por Él, es inevitable no sentir el dolor.. Solo decir que ya son 6 años, donde muchas veces no ha sido fácil el continuar y sobrellevar las cosas, pero el Señor nos levanta y consuela día a día, porque nada escapa de su mano y abrigo, y así como sacamos lecciones de estas cosas, también nos da la Paz necesaria para continuar.. Te amo!