Más de una vez me siento expulsado
y con ganas de volver al exilio que me expulsa
y entonces me parece que ya no pertenezco a ningún sitio,
a nadie.
¿Será en indicio de que nunca más
podré no ser un exiliado?
¿Qué aquí o allá
o en cualquier parte
siempre habrá alguien que vigile y piense,
éste a qué viene?
Y vengo sin embargo
tal vez a compartir cansancio y vértigo
desamparo y querencia
también a recibir mi cuota de rencores
mi reflexiba comisión de amor
en verdad a qué vengo no lo sé
con certeza
pero vengo.
MB.