Se dice que cuando Dios creó el mundo, para que los hombres prosperaran, decidió concederles dos virtudes.
A los suizos los hizo ordenados y precisos.

A los ingleses los hizo puntuales y disciplinados.
A los japoneses los hizo pacientes y perseverantes.
A los italianos alegres y románticos.
A los franceses cultos y refinados.
Y cuando llegó a los chilenos..., se volvió hacia el ángel que tomaba nota y le dijo: Los chilenos van a ser inteligentes, buenas personas y de Piñera.

Cuando acabó de crear el mundo, el ángel le dijo a Dios: Señor, le diste a todos los pueblos dos virtudes y a los chilenos tres. Esto hará que prevalezcan sobre todos los demás.

Pues es verdad - dijo Dios - Bueno como las virtudes divinas no se pueden quitar... que los chilenos a partir de ahora tengan tres, pero la misma persona no podrá tener más de dos virtudes a la vez, entonces:

El chileno que es de Piñera y buena persona, no puede ser inteligente.
El que es inteligente y de Piñera, no puede ser buena persona.
Y el que es inteligente y buena persona, no puede ser de Piñera.
Palabra de Dios.