
Que el mundo que yo escojo no sea con un ojo cojo. El modo de empleo del verbo “ver”, para que humanamente sirva a la mente humana, es iluminar, ver con la imaginación, la inteligencia. Y ver la vida a toda luz. La imaginación es un proyector de alto voltaje y el “arte” sirve para ver con claridad la dificultad. La facultad de imaginar todo lo posible es tener en la mente cuatro ojos de calidad. La imaginación es un ojo en el centro del centro.
Cultivar la mente como si se tratara de una agricultura de la cultura. Ver que el derecho primordial del hombre y de la mujer y de la tierra es el derecho a la paz, a toda luz contra los funcionarios del holocausto que nos amenaza. Los enemigos de la paz, sin su falsa ciencia, programan el holocausto nuclear: punto final. El yo es un nudo que se desata o se aprieta hasta el estrangulamiento.
Hay que “ver” para comprender la imbecilidad del arsenal atómico, hay que ver toda luz para que el ojo escoja sin cojear.
