
SALMO 1
Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido,
ni asiste a sus mítines,
ni se sienta en la mesa con los gangsters,
ni con los Generales en el Consejo de Guerra.
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio.
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios,
ni cree en sus slogans
Será como un árbol plantado junto a una fuente.
Ernesto Cardenal.
Jo Chacón... XOXO
