Pero...¿Cómo pudiste creerme? Después de las miles de veces que te dije lo mucho que te amaba, ¿ Cómo pudo una simple palabra romper tu fe en mí?
Vi en tus ojos que de verdad creías que ya no te quería, la idea más absurda, más ridícula, ¡Como si hubiera alguna manera de que yo existiera sin necesitarte!
¿De que manera te puedo explicar esto para que me creas? No estás dormida ni muerta. Estoy aquí y te quiero. Siempre te he querido y siempre te querré. Cada segundo de los que estuve lejos estuve pensando en ti, viendo tu rostro en mi mente. Cuando te dije que ya no te quería... Esa fue la más negra de las blasfemias.
-Nunca tuvo sentido que me quisieras. Siempre lo he sabido.
Luna Nueva.
