
Pedro –Señorita Tita, quisiera aprovechar la oportunidad para decirle que estoy profundamente enamorado de usted.
Sí, sé que esta declaración es atrevida y precipitada pero es tan difícil acercársele que tomé la decisión de hacerlo esta misma noche. Sólo le pido que me diga si puedo aspirar a su amor.
Tita – No sé qué decirle. Deme tiempo para pensar.
Pedro – No, no podría. Necesito una respuesta en este momento. El amor no se piensa, se siente o no se siente. Yo soy hombre de pocas pero muy firmes palabras
Le juro que tendrá mi amor por siempre. ¿Qué hay del suyo? ¿Usted también lo siente por mí?
Como agua para chocolate.
